El suministro eficiente, limpio y sustentable de lubricantes es un tema que adquiere cada vez mayor relevancia, especialmente en el contexto de la reciente Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que fomenta el reciclaje de los aceites. De este modo, los sistemas profesionales de suministros y acopio son cada vez más necesarios.
Actualmente la reutilización de lubricantes en Chile gira en torno al 8% del volumen total de aceite que podría reciclarse. El destino más óptimo para estos aceites es la regeneración, con el fin de fabricar nuevos lubricantes. Esa economía circular en la vida del aceite es la que han logrado en Europa, donde esa relación es del 70%. La puesta en marcha de la ley REP permitirá que en los próximos diez años Chile alcance una tasa de recuperación en torno al 40-50%, lo que sería un notable avance para el país en esta materia.
Logística
La Ley REP permitirá reorganizar el negocio del aceite reutilizado que ya existe. Esto permitirá profesionalizar el ciclo mediante operadores especializados y autorizados. Pero todavía queda mucho trabajo que hacer en esa dirección, y parte importante de esa labor es generar la logística e infraestructura necesaria para acopiar y transportar esos lubricantes de forma segura y amigable con el medio ambiente, evitando filtraciones por manipulación o trasvasije.
A esta necesidad se suma la complejidad del mercado de lubricantes. En minería, por ejemplo, la recuperación de los aceites usados alcanza altos niveles gracias a que se consumen grandes volúmenes en un mismo espacio, controlado y regulado. Sin embargo, el escenario es muy distinto en retail, donde grandes cantidades de aceite lubricante son consumidas de forma desagregada en miles de establecimientos distintos, a lo largo de todo el país. Cada local debe encargarse de acopiar el aceite y mantenerlo almacenado de forma segura hasta su retiro. La logística asociada requiere una mayor organización a la vez que exige un estándar compartido que permita homogenizar la labor.
Almacenamiento
Los estanques de almacenamiento cumplen un rol crucial en esta red de acopio y reciclaje, ya que son los que permiten que ese aceite usado no termine contaminando la tierra, las napas y los océanos. Actualmente son los estanques de superficie los que han demostrado una gran capacidad para adaptarse a la versatilidad de usos que requieren los lubricantes.
Para almacenamiento hay unidades autónomas con capacidades hasta los 9.000 litros, que cuentan con doble pared de almacenamiento y son ideales para evitar cualquier tipo de filtración y derrame. Existen actualmente sistemas de ultrasonido que miden el volumen del estanque, lo que funciona como un sensor de fuga a la vez que entrega el volumen mínimo y máximo para control de gestión. Una vez retirado el aceite, existen estanques para el acopio de lubricantes usados, existen tanques con capacidades de hasta 2.500 litros, también de doble pared, con sensor de fuga y alarma de máximo. Además, estos estanques cuentan con un sistema camlock que permite al camión recolector en forma limpia y eficiente retirar estos aceites. De esta forma, contar con un sistema de almacenamiento y acopio profesional, permite que la gestión de lubricantes contribuya efectivamente al medioambiente y el entorno laboral donde se ocupan.
Fuente: Sustempo